EN LAUDES
CUARTO EVANGELIO MATUTINO
(Lucas 24, 1-12)
EN LA DIVINA LITURGIA
APOLITIQUIOS
1) De la Resurrección. Tono VI :
Αγγελικαί Δυνάμεις επί τό μνήμά σου, καί οι φυλάσσοντες απενεκρώθησαν, καί ίστατο οι Μαρία εν τώ τάφω, ζητούσα τό άχραντόν σου σώμα. Εσκύλευσας τόν Άδην, μή πειρασθείς υπ' αυτού, υπήντησας τη Παρθένω, δωρούμενος τήν ζωήν, ο αναστάς εκ των νεκρών, Κύριε δόξα σοι.
Estando las potestades angelicales ante tu tumba,* los que te vigilaban cayeron como muertos;* y parada María, en tu sepulcro, buscaba tu purísimo cuerpo.* Despojaste al Hades, sin ser entrampado por él.* Te encontraste con la virgen, dando la vida.* Tu que resucitaste de entre los muertos, Señor, gloria a Ti.
2º) Del Templo:
Ευλογητός εί, Χριστέ ο Θεός ημών, ο πανσόφους τούς αλιείς αναδείξας, καταπέμψας αυτοίς τό Πνεύμα τό Άγιον, καί δι’ αυτόν τήν οικουμένην σαγηνεύσας, φιλάνθρωπε, δοξα Σοι.
Bendito eres Cristo, Dios nuestro;* que revelaste a los pescadores,* como sumamente sabios,* enviándoles al Espíritu Santo.* y a través de ellos pescaste al mundo,* amante de la humanidad,* gloria a Ti.
CONTAQUIO
Προστασία τών Χριστιανών ακαταίσχυντε, μεσιτεία πρός τόν Ποιητήν αμετάθετε, Μή παρίδης αμαρτωλών δεήσεων φωνάς, αλλά πρόφθασον, ώς αγαθή, εις τήν βοήθειαν ημών, τών πιστώς κραυγαζόντων σοι. Τάχυνον εις πρεσβείαν, καί σπεύσον εις ικεσίαν, η προστατεύουσα αεί, Θεοτόκε, τών τιμώντων σε.
Protección de los cristianos, que no deja avergonzado;* mediación inmutable ante el Creador;* no seas indiferente a las voces de súplica de pecadores;* sino adelántate a nuestra ayuda, como buena que eres,* a quienes con fe te clamamos:* agilízate Teotocos a interceder,* y apresúrate a suplicar,* Tú que siempre proteges a los que te honran.
EPÍSTOLA
Lector: Proquímenon. Tono 5º. Salmo 11º.
Tú, Señor nos guardarás y nos preservarás
Verso: Sálvame Señor, porque ya no hay consagrado.
Lector: Lectura de la Segunda Carta del Apóstol Pablo a Timoteo. (3, 10-15)
Tú, en cambio, me has seguido asiduamente en mis enseñanzas, conducta, planes, fe, paciencia, caridad, constancia, en mis persecuciones y sufrimientos, como los que soporté en Antioquía, en Iconio, en Listra. ¡Qué persecuciones hube de sufrir! Y de todas me libró el Señor. Y todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús, sufrirán persecuciones. En cambio los malos y embaucadores irán de mal en peor, serán seductores y a la vez seducidos. Tú, en cambio, persevera en lo que aprendiste y en lo que creíste, teniendo presente de quiénes lo aprendiste, y que desde niño conoces las Sagradas Letras, que pueden darte la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.
EVANGELIO:
Sacerdote: Proclamación del Santo Evangelio según San Lucas
(5, 1-11)
En aquel tiempo, estaba él a la orilla del lago Genesaret y la gente se agolpaba sobre él para oír la Palabra de Dios, cuando vio dos barcas que estaban a la orilla del lago. Los pescadores habían bajado de ellas, y lavaban las redes. Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, le rogó que se alejara un poco de tierra; y, sentándose, enseñaba desde la barca a la muchedumbre. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.» Simón le respondió: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, en tu palabra, echaré las redes.» Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban romperse. Hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que vinieran en su ayuda. Vinieron, pues, y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían. Al verlo Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: «Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador.» Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él estaban, a causa de los peces que habían pescado. Y lo mismo de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: «No temas. Desde ahora serás pescador de hombres.» Llevaron a tierra las barcas y, dejándolo todo, le siguieron.
PARA REFLEXIONAR
Desde Pentecostés hasta la Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz , las lecturas Evangélicas son del Apóstol Mateo. Después de la Festividad de la Cruz hasta el comienzo del ciclo litúrgico de Cuaresma, la Iglesia entra en un nuevo periodo en el cual las lecturas Evangélicas son del Apóstol Lucas. Este domingo es el primer domingo de Lucas, y la lectura de hoy nos habla de cómo el Señor comienza a llamar a sus primeros discípulos, quienes dejan todo para seguirlo, comenzando así la formación del Reino de Dios.
El evangelista Lucas nos describe hoy la maravillosa pesca de los pescadores del lago de Genesaret, que siguieron siendo pescadores pero de hombres y mujeres. Es un error creer que la invitación de Cristo a pescar almas, se dirige sólo a unos pocos que cumplen hasta hoy la tarea de la evangelización. El Señor, en la persona de Pedro se dirige a cada uno de nosotros.
La Iglesia no eligió esta lectura para informarnos sobre el comienzo que el Mesías dio a su obra en la tierra y el alistamiento de sus colaboradores. Enfoca nuestra atención a la manera en que los cuatro pescadores aceptaron el llamado y respondieron inmediatamente a él. De esta manera tenemos todos un ejemplo paradigmático, un modelo de cómo deben aceptar las personas el llamado divino. La vida de la Iglesia está entrelazada con el llamado a la evangelización. Aquel “vayan a hacer discípulos a todas las naciones” no se dirige exclusivamente a los apóstoles, sino, a través de ellos, a todos los miembros de la Iglesia. El cristiano debe obrar conforme a la voluntad de Cristo, voluntad que se expresa en Sus mandamientos, a través del Nuevo Testamento. Los cristianos son la sal de la tierra y la luz del mundo. La auto-limitación o la indiferencia por la salvación del mundo, no sólo perjudica al mundo, sino a los cristianos mismos. Por otra parte, el testimonio de fe no tiene como única consecuencia la iluminación del mundo, sino también la revitalización de los cristiano mismos. “Quien ha tomado el gusto del cielo, fácilmente desprecia las cosas mundanas”, escribe San Juan de la Escalera (conocido en el Occidente como Juan Clímaco). Con la evangelización se fortalece internamente también, la sociedad evangelizadora. Cuando no se revela el anuncio del amor, se marchita, pero aun cuando se revele sin ser vivenciado, permanece meteoro. No basta la confesión de fe ortodoxa, se necesita su enlace y compromiso con la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario